Francisca Jiménez | Entrevista | Enero, 2021
La profesora Carla Rivera es actualmente docente de Historia Universal de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago y, también, de Estudios Internacionales, carrera perteneciente a la misma universidad. Cuenta con un amplio desempeño académico, el cual comenzó a desarrollar profesionalmente a partir de aproximadamente el 2003. Además, es representante de lxs profesores hora del departamento de Historia, por tanto, sagradamente debe participar de las reuniones del Comité de Profesores Hora, que, pese a las dificultades comunicativas de por medio, accede a la entrevista asincrónica y escrita, para profundizar en lo que respecta al Estatuto Orgánico, el cual, no define a los profesores hora como académicos, desconociendo sus investigaciones y trabajos realizados fuera de la institución, y disminuyendo de esta forma, sus posiciones dentro de la comunidad universitaria en cuanto a democracia.
¿Cómo definiría el Estatuto orgánico? y ¿Qué aspectos regula específicamente?
El EO es un marco normativo que demanda ser construido triestamentalmente, esto es, con la participación de toda la comunidad universitaria; que busca cautelar ciertos lineamientos claves para una universidad pública que se autodefine como democrática. Tiene distintos principios que lo rigen que van desde la estructura administrativa, participativa, hasta las cuotas de género.
¿Cuál es la diferencia entre profesores hora y profesores planta de la universidad? ¿Es posible que todos los profesores fueran profesores planta?
Son varias las diferencias que tenemos con el cuerpo académico jornada. Tenemos un estatus distinto por resolución, si no me equivoco nos rige desde 1984, a Humanidades. Porque también tenemos diferencias con los y las docentes de ciencias e ingeniería. Las condiciones de los y las docentes horas es precaria en lo que respecta a lo material y simbólico: podríamos decir que somos ciudadanes de segunda clase, pese a que representamos el 60% del cuerpo docente de la universidad. Ahora, si bien las condiciones son malas, no puedo decir que no haya voluntad para que cambien, de hecho, el EO es una puerta que marca un inicio. Pero este cambio no depende solo de las autoridades centrales, también depende de la voluntad de los colegas y no me queda claro si realmente quieren. Pero hay programas como, por ejemplo, historia, con el que venimos trabajando hace años para mejorar las condiciones laborales y promover una carrera docente desde criterios de género.
- ¿Por qué están luchando los profesores hora?
Pff... personalmente creo que por todo y por nada. Hay un desencanto tan grande que la mayoría de los reclamos o malestares se quedan como un rumor, ruidos quejosos que no movilizan a nadie. Sin embargo, hoy día, post 18-O y en plena pandemia, las pocas certezas construidas terminaron por desestabilizarse, develando la precariedad en que estamos y que se radicalizó con la digitalización. Hoy día, los docentes académicos están comenzando a reflexionar, como un colectivo de comunes. Eso es muy interesante.
¿Por qué es importante la participación de los profesores hora en la discusión del estatuto?
Porque somos parte de la comunidad, construimos universidad todos los días en aula, en las investigaciones, publicaciones, etc. Sobre todo, los y las docentes horas de la USACH, estamos ahí porque es una universidad pública. Aunque existan algunos y algunas que están ahí por el nombre de la institución ya que tributa para el estatus.
¿En qué contexto surge el actual estatuto orgánico y cómo influyó la dictadura en este?
Hoy día nos regimos por una serie de resoluciones que se fueron construyendo desde dictadura, el decreto 149 es nuestro “peso de la noche”.
¿Cree que las mujeres han sido perjudicadas con el actual estatuto orgánico?
Claramente, si. Pero más que un marco regulativo, el peso cultural es más dañino. Si bien los temas de inclusión de género son de más larga data, hoy día se ha vuelto tema público. Las universidades deben asumir ese liderazgo y marcar la pauta, pese a las creencias o convicciones, muchas de ellas machistas, que puedan tener sus miembros.
¿Quiénes están redactando el nuevo estatuto? ¿Quiénes están siendo marginados de este proceso?
Muchas personas, nadie ha sido marginado, pero también muchas se han restado como, por ejemplo, los estudiantes. Elles pueden perder su presencia en lo que nos va a regir los próximos años (serán muchos), porque no van a votar, no participan, porque no quieren.
¿Por qué es tan importante? y ¿Qué significancia tiene en la actualidad este estatuto?
Como señalé más arriba, permite construir una cultura organizacional democrática.
¿Cómo ha avanzado el proceso de la redacción del nuevo estatuto orgánico? ¿Cuál es la orientación que ha tomado?
Complejo, pero con muchas ganas por parte de quienes creen que esto es un primer paso. Destaco el rol que jugó la recién electa decana Cristina Moyano, quien ha tomado este proceso como una cruzada. Ha sido inspirador ver cómo se levanta y sigue adelante, segura de sus convicciones.
¿Qué aspectos cree que deberían cambiar para un Estatuto orgánico más democrático?
¡Todos los que se enuncian!
¿Qué pasa si el nuevo estatuto orgánico es rechazado en el plebiscito del 21 y 22 de enero? ¿Quiénes pueden participar de esta votación?
El EO no puede ser rechazado, porque son muchas opciones para cada título de la ley, pero si puede salir aquellas iniciativas menos inclusivas y eso sería un problema.
¿Cómo motiva la universidad a los estudiantes a participar de este proceso? ¿Cree que han realizado estrategias efectivas para la participación?
Ahí creo que hay tema: no se cuánta responsabilidad es de la universidad, cuánta de los programas, cuánta de las y los representantes y de los y las estudiantes. Una debe ser políticamente responsable en tanto actor social y político, no puede esperar que lo vayan a buscar a la casa. Debes estar informado/a. Pero una cosa es clara, nadie se les ha negado su derecho a participar.
¿Cómo ha sido la participación de los estudiantes? ¿Cómo explicaría la baja participación de estos y el poco conocimiento que tienen respecto a estos temas?
Falta madurez política y social. Esto va a molestar, pero ese malestar es resultado de lo mismo: la incapacidad para hacer autocrítica y asumir todo como una agresión.
¿Sigue habiendo oportunidad para los estudiantes para participar de este proceso?
Insisto, no están cerradas. Hasta el 22 de enero se puede participar. Y es el inicio de una participación de más larga duración. El inicio de un camino que hay que construir.
Como Im/potencia social creemos que:
El hecho de que a la Universidad de Santiago de Chile la rija un Estatuto Orgánico redactado en dictadura, ya es motivo suficiente para cambiarlo. Si los estudiantes se restan de esta votación, tendrán menos peso en la toma de decisiones colectivas y los paros que realicen a futuro, probablemente, no sirvan de nada. Además, el decreto 149 del actual Estatuto Orgánico establece la contratación de profesores sin concurso público lo que podría instaurar una educación autoritaria, dependiendo de quienes estén en los altos mandos.
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