Europa se lleva las paltas y nosotres la sequía

Gaspar Mendoza | Enero 2021

Sin duda, el clima es uno de los temas más relevantes del último siglo, significando millones de efectos secundarios que impactan directamente en nuestras vidas.

A partir del tema de la crisis hídrica que vive el 40% del planeta, nuestro paìs no queda ajeno, por el contrario, Chile es de los piases que más se ha visto afectado frente a las catastróficas consecuencias que deja los drásticos aumentos de temperatura en diversas latitudes de la tierra.

El aumento de las temperaturas, sumado al privilegio de ciertos sectores económicos por el uso de las aguas, como sucede en Chile con el Código de Aguas que data de 1981, ha significado que comunidades enteras se encuentren sin agua para beber, mientras que empresas la usan para sus producciones.

Casos como estos hay múltiples, como lo es la minería con el uso y contaminación de las aguas, pero hay una preocupante expansión de una peligrosa producción agrícola que consume grandes cantidades de agua: la palta.

La provincia de Petorca, a unos 220 kilómetros al norte de Santiago, goza de un clima cálido, pero casi no llueve y los ríos se han secado. El nivel de agua es sumamente bajo y los campesinos de la localidad de Cabildo denuncian que la agroindustria cava pozos profundos para regar los paltos, mientras que los pozos de ellos se han secado por ende tiene a los más de 9.000 habitantes de la comuna recibiendo agua mediante camiones cisterna.

En la practica, este Código le concede al Estado la prerrogativa de entregar los derechos del aprovechamiento de agua de forma gratuita y perpetua a los particulares, que amparados en las garantías constitucionales incorporan ese derecho a su patrimonio y pueden, por tanto, acudir al mercado a comprar, vender o arrendar agua, señala Rodrigo Mundaca, portavoz de las comunidades en contra del abuso de la extracción de las aguas.

Pero, sumado a lo anterior, no solamente afecta a las condiciones de vida de los ciudadanos de Petorca y Cabildo, sino que además el precio de la palta se ha incrementado cada vez mas debido, entre otras cosas, al gran uso de agua se requiere y a la exportación hacia otros piases lo que hace que en Chile aumente el precio debido al exceso de demanda. El precio de la palta en Chile superó al de exportación, fenómeno que se da por primera vez en esta temporada de cosecha y que ha llegado incluso hasta los 5 mil pesos o más.

En Chile, el productor vende el kilo de paltas entre los3.300 y 3.500 pesos sin IVA, y con la baja que tuvo el dólar en las últimas semanas, esto equivale a entre 4,5 y 4,8 dólares por kilo, según informó La Segunda. En cambio en Europa, principal destino de exportación de la palta cuesta entre los 2,5 y 3 dólares el kilo, es decir, entre los 1.840 y 2.200 pesos chilenos, lo cual da mucho para pensar debido a que debería ser mucho mas accesible y barato en el país que se produce.

Una de las principales causas del alto valor de las paltas es la fuerte caída en la producción, debido a la escasez de agua que hay en nuestro país, Lo anterior, se le suma los nuevos mercados externos que hace aumentar la demanda por ejemplo hacia Corea del Sur, pero lo preocupante es que el precio termina siendo más económico en piases al otro lado del mundo, al contrario de el mismo país donde se produce, sin duda una incongruencia muy grande.

Ya han sido exportados 67 millones de kilos de palta, según la Asociación de Exportadores, y la estimación es que la temporada termine con poco más de 70 millones de cajas, versus los 135 millones de la anterior (2019-20), los 144 millones de 2018-19 y los 157 millones del 2017-18, según los propios datos de los exportadores.

En este sentido, cabe destacar que las leyes y el mercado deben resguardar primero que todo las condiciones básicas para la vida, y no privilegiar la producción de las empresas por sobre las condiciones de sus ciudadanos. Lo anterior, como se observa con las condiciones de los habitantes de Cabildo y Petorca en donde lamentablemente aún no tienen una real solución.